El Concejo Municipal aprobó de manera unánime la asignación de $76 millones para licitar el proyecto de reposición de la vereda O’Higgins en el terminal de buses María Teresa. Esta iniciativa, parte del Plan Calles sin Violencia, busca responder a las constantes denuncias de vecinos y usuarios por el deterioro de las veredas y la presencia de incivilidades en el sector.
Las quejas incluyen no solo el mal estado de las aceras, sino también la inseguridad que genera la ocupación de una vivienda cercana al terminal, utilizada por personas para delinquir y consumir drogas. Además, el comercio ambulante ha convertido las veredas en pasillos estrechos, aumentando la vulnerabilidad de los peatones ante robos y hurtos.
El proyecto no solo contempla la reposición de las veredas, sino también la mejora integral del espacio. Alejandra Martínez, directora de Seguridad Municipal, explicó que “el plan incluye iluminación, ensanchamiento y recambio de la vereda, junto con paisajismo y la recuperación del espacio detrás del servicentro Copec, donde en ocasiones se han instalado personas en situación de calle que consumen drogas y alcohol”.
La tramitación se encuentra en la etapa de licitación, y si no hay contratiempos, el contrato podría adjudicarse dentro del mes. Se espera que las obras, que tienen un plazo de ejecución de 50 días, comiencen 24 horas después de la entrega del terreno, con la proyección de que los trabajos finalicen antes de diciembre.
Desafíos en la mantención del orden
Las autoridades municipales reconocen que la remodelación no será suficiente si no se implementan medidas de control para evitar que las actividades ilícitas regresen. “Hemos tenido que coordinarnos con la Seremi de Transportes y Carabineros para reforzar los controles en el área, especialmente en el paradero ocupado por conductores de Uber y el comercio ambulante», señaló Martínez. Solo el kiosco de comida rápida frente al terminal, sobre la avenida O’Higgins, permanecerá en el lugar al contar con la patente municipal correspondiente.
En cuanto al paisajismo, se contempla reducir la altura y densidad de los árboles alrededor del terminal para mejorar la visibilidad y seguridad de la zona.
Instalación de cámaras de vigilancia
De manera complementaria al Plan Calles sin Violencia, se está gestionando el proyecto «Casco Histórico» para dotar de televigilancia la esquina del terminal. Está prevista la instalación de una cámara en la intersección de las calles Ecuador y O’Higgins.
El alcalde, Camilo Benavente, destacó la importancia de este proyecto: “Queremos que las personas que arriben o salgan de la ciudad lo hagan de manera segura y cómoda. Esto implica contar con una infraestructura adecuada, con aceras amplias que faciliten el paso con equipajes. Además, los terminales son muchas veces la primera impresión que los turistas tienen de la ciudad, y si queremos proyectar una imagen de ciudad modelo, debemos ofrecer espacios de calidad”.
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