Moverse más, enfermarse menos: cómo impacta el ejercicio físico en la salud, según un estudio

Una investigación de la Universidad de Fudan, en Shanghái, indica que la actividad física moderada a vigorosa podría reducir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades. El estudio será presentado en la 77.ª Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología, que se llevará a cabo del 5 al 9 de abril de 2025 en San Diego.
Además, la investigación encontró que un estilo de vida sedentario incrementa las probabilidades de desarrollar ciertas patologías.
“Esta investigación destaca el papel de la actividad física y el sedentarismo como factores modificables que pueden mejorar la salud cerebral y reducir la incidencia de enfermedades.” – Dr. Jia-Yi Wu, Universidad de Fudan.
El impacto del ejercicio en distintas enfermedades
El estudio analizó datos de 73.411 personas con una edad promedio de 56 años, quienes usaron acelerómetros durante siete días para medir su nivel de actividad. Se encontraron efectos significativos en cinco condiciones de salud:
1. Demencia
La actividad física favorece la salud cerebral al mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación. Las personas con mayor gasto energético diario presentaron menor incidencia de demencia. Quienes desarrollaron la enfermedad tuvieron un promedio de 0,85 kJ/kg, mientras que aquellos sin demencia alcanzaron 1,22 kJ/kg.
2. Accidente cerebrovascular
El ejercicio ayuda a mantener la presión arterial estable y a mejorar la función circulatoria, reduciendo el riesgo de ACV. El estudio mostró que quienes sufrieron un ACV tuvieron un gasto energético de 1,02 kJ/kg, menor que el de quienes no lo padecieron.
3. Ansiedad
El ejercicio reduce la ansiedad al liberar endorfinas y disminuir los niveles de cortisol y adrenalina. Antes de la pandemia, el 7% de la población mundial sufría ansiedad, cifra que aumentó al 27%. Las personas con menor actividad física tuvieron un gasto energético de 1,10 kJ/kg, en comparación con quienes no desarrollaron ansiedad.
4. Depresión
La actividad física regula el estado de ánimo, mejora el sueño y aumenta la producción de serotonina y dopamina. Se recomienda el ejercicio como parte de un tratamiento integral para la depresión, complementando la terapia psicológica y farmacológica.
5. Trastornos del sueño
El ejercicio mejora la calidad del sueño y combate el insomnio. Un estudio publicado en PLOS ONE encontró que el entrenamiento de resistencia es más efectivo para mejorar el descanso que el ejercicio aeróbico en adultos menores de 65 años.
Conclusión: La actividad física es clave para la prevención de múltiples enfermedades. Incluir el ejercicio en la rutina diaria puede marcar una diferencia significativa en la salud a largo plazo.
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