El pasado fin de semana, Chile ajustó sus relojes para despedir el horario de invierno y dar paso al horario de verano, adelantando una hora a partir de la medianoche del sábado. Este cambio, que prolonga las tardes con más luz solar, también puede generar efectos en el organismo, afectando tanto a adultos como a niños.
Impacto del cambio de hora en el organismo
El doctor Ennio Vivaldi, especialista en medicina del sueño, advierte sobre cómo este ajuste horario puede desajustar el reloj biológico del cuerpo. «El organismo tiene un reloj interno que organiza las funciones a determinadas horas. Adelantar o atrasar ese reloj puede desajustar el equilibrio entre las variables fisiológicas del cuerpo», explica Vivaldi.
Este desajuste puede generar alteraciones en el bienestar emocional, cognitivo e intelectual de las personas, afectando su rendimiento diario. Aunque solo se trata de una hora, el impacto en el sueño es considerable. «Muchas personas terminan durmiendo una hora menos, lo que provoca fatiga y falta de energía al despertar», señala el experto.
Además, hormonas como el cortisol, encargadas de mantener la energía durante el día, pueden perder su sincronía, exacerbando el cansancio. Para mitigar estos efectos, el doctor Vivaldi recomienda adaptar el horario de sueño de manera gradual, adelantando la hora de acostarse y levantarse en bloques de 10 minutos durante la semana previa al cambio.
Efectos en los niños
En el caso de los niños, el cambio de hora puede ser aún más perjudicial. «Los niños son más propensos a sufrir privación de sueño, lo que puede derivar en cansancio crónico, irritabilidad y problemas de atención», advierte Vivaldi. Al igual que en los adultos, es recomendable que los niños ajusten su horario de sueño de manera gradual para evitar interrupciones bruscas en su descanso.
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