Un inesperado anuncio, que ni la totalidad de los ministros de Estado ni los partidos oficialistas sabían, esbozó el presidente Gabriel Boric en la cuenta pública del sábado. Se trata del proyecto de aborto legal que buscará impulsar en el Parlamento.
La noticia no cayó bien en la oposición, con diputados que se retiraron del Salón de Honor del Congreso Nacional, ni tampoco en la Democracia Cristiana, que durante los últimos meses se había acercado bastante a la administración oficial.
El diputado DC, Eric Aedo, aseguró que sabiendo lo frágil que es hoy la conducción de la Cámara y de varios escenarios donde se depende del mundo humanista cristiano, le resulta completamente imposible comprender el anuncio de la medida.
“Siempre vamos a dialogar de todos los temas, pero en un tema tan importante como el aborto libre, por lo menos merecía una conversación previa con el Gobierno. Hemos estado en una constante actitud de apoyo a todos los proyectos que le hacen bien a Chile, pero esta agenda valórica que ayer incorporó el presidente, francamente nos aleja”, manifestó.
Las principales críticas de sectores del oficialismo, principalmente del Socialismo Democrático, guardan relación con la pertinencia de la iniciativa y sobre todo, a sabiendas de que no hay mayoría para una eventual aprobación de la medida.
Republicanos, indignados con Boric, adelantaron que romperán relaciones con La Moneda y se opondrán a la presencia de subsecretarios en las comisiones de la Cámara.
La diputada Catalina del Real, declaró que “con esto lo único que logra es dividir. El Presidente no puede seguir gobernando sólo para su sector“.
El diputado Miguel Mellado (RN) reafirmó su posición contraria a la despenalización del aborto. “Desde el punto de vista jurídico, Chile firmó el acuerdo de Costa Rica en 1978, donde el Estado se comprometió a proteger la vida desde la concepción hasta la muerte. Este acuerdo sigue vigente”.
Comentarios de las entradas (0)