Cerca de las 19.00 horas del pasado miércoles, una patrulla de la Segunda Comisaría de Carabineros de Chillán, junto a personal de la Inspección Municipal, desarrollaban un operativo de clausura y detención en uno de los 29 casinos populares registrados en el centro de la ciudad.
La encargada, una mujer de nacionalidad china, pide en perfecto castellano a La Discusión no sacar fotos y, luego, le pide a la funcionaria que la arrestaba que no le pusiera las esposas, sin embargo, la carabinera cumplió con el protocolo y esposada se subió a la patrulla, mientras a sus espaldas el local, ubicado en calle Constitución, se volvía a clausurar.
Hechas las consultas al Ministerio Público respecto al resultado de la audiencia por el delito de “rotura de sello”, se responde que se fijó una audiencia futura ya que la ciudadana “no hablaba español”.
Fingir no entender el idioma, pareciera ser una de las ya muchas estrategias que los encargados de estos locales (prohibidos por ser juegos de azar ilegales) han aprendido para eludir las acciones de la justicia.
Otras como fijar residencia en la misma dirección donde funciona el local, les ha permitido romper el sello de clausura, ya que no se puede prohibir el acceso a la vivienda; o la de trabajar a puertas cerradas y dejar entrar solo a clientes frecuentes ha sido otra de las estratagemas.
Sin embargo, desde la Inspección Municipal precisaron a La Discusión que solo este año ya han realizado 118 procedimientos de clausura a esos mismos locales, sin que realmente se pueda ir reduciendo la cantidad en el centro de la capital regional de Ñuble.
“A pesar de la regulación, las salas de apuestas ilegales continúan desarrollando sus actividades, vulnerando las fiscalizaciones y cierres realizados por la Municipalidad o Carabineros o la PDI”, explica la directora de Seguridad Municipal, Alejandra Martínez.
Durante los controles que han sido realizados, además han sido detenidas 22 personas por su eventual relación con la administración de aquellos sitios.
“Hay que destacar que los casinos populares ocupan máquinas que no están validadas por el ente rector como es la Superintendencia de Casinos de Juegos”, añadió.
Están peleando solos
Para el concejal Rodrigo Ramírez, presidente de la Comisión Seguridad del Concejo Municipal, “nos encontramos con un tema de difícil solución, de hecho, por eso es un fenómeno que se repite en muchas otras ciudades del país y la conclusión que se puede sacar de todo esto, no es otra que la de la poca voluntad política que hay para terminar con esta práctica de una vez y para siempre”.
El edil alude a que la actual legislación no ha sido realmente clara en definir con precisión qué son juegos de destreza y cuáles de azar y la poca capacidad de contar con peritos que puedan emitir informes técnicos al respecto.
“Entonces, ellos (los dueños de los casinos) siempre se las ingenian para abrir y vulnerar las órdenes de clausura, por lo que al fin y al cabo vemos que Carabineros y la Inspección Municipal están peleando solos contra este problema”, concluyó.
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