Salvo algunas excepciones, la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021, elaborada por Reporteros Sin Fronteras, revela un deterioro generalizado de la situación en América Latina. En el caso de Chile, disminuyó 3 puntos en el ranking, debido a que “cubrir las manifestaciones se ha convertido en una actividad extremadamente peligrosa”.
Según la organización, la crisis del coronavirus ha acelerado la censura en el continente y ha creado serias dificultades para acceder a información sobre la gestión de la epidemia por parte de los gobiernos. Por esta razón, Latinoamérica registró un retroceso del 2,5% entre los indicadores regionales.
Chile se ubica en el puesto N°54 de la medición, superado por países como Costa Rica (5), Uruguay (18) y República Dominicana (50). El casillero que ocupa está representado por un color naranjo, es decir, posee “problemas significativos”.
Esta clasificación, publicada anualmente desde 2002, mide el grado de libertad que poseen los periodistas de 180 países de todo el mundo. Entre los criterios medidos están el pluralismo, la independencia de los medios, la calidad del marco legal y la seguridad que gozan los reporteros.
Entre sus análisis, existe un registro de agresiones, que mide la intensidad de la violencia contra los actores de la información. En 2021, Chile registró 30,45 puntos en este ítem, lo que demuestra una preocupación por la integridad física de los periodistas.
“Lejos de haberse debilitado, la violencia física contra periodistas y “comunicadores” (el término “comunicador” engloba a los periodistas independientes, blogueros, etc., que no trabajan para los principales medios nacionales, N. d. A.) ha contribuido a que se deteriore aún más (la libertad de prensa)”, señala Reporteros Sin Fronteras sobre el panorama de América Latina.
Otros países del continente también anotaron una disminución en la tabla. Entre ellos, Argentina (-5), Brasil (-4) y Colombia (-4).
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